Grandes contribuyentes han llevado sus domicilios fiscales a la frontera por reducción de impuestos

Parece ser que los más beneficiados por estos estímulos fiscales en la frontera norte son los grandes contribuyentes.

21 diciembre, 2020

En su conferencia mañanera del 27 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que llevarán a la frontera sur, a partir de enero, los mismos estímulos fiscales de la frontera norte que, por su parte, extendieron hasta 2024.

22 municipios fronterizos de Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo serán los beneficiados. Entre los estímulos que tendrán se encuentran los siguientes:

Se reducirá el ISR a 20%.
El IVA pasará de 16% a 8%.
Se homologarán los precios de combustibles.
El salario mínimo en estos municipios se elevará al doble.

Además, Chetumal va a volver a ser una zona franca, libre de impuestos de importación. Es decir, no se va a cobrar impuesto por la importación, por lo que llegarán mercancías a muy bajo precio.

Estos cambios entrarán en vigor el 1 de enero de 2021 y estarán vigentes hasta 2024.

Sirve para atraer grandes contribuyentes

En la frontera norte, la zona franca ha servido para atraer grandes contribuyentes. Desde que se instaló en enero del año pasado, el número de grandes contribuyentes en la zona, o por lo menos que la utilizan como su domicilio fiscal, ha crecido tres veces más rápido que en otras partes del país. Así, el número de empresas pasó de 3,925 en enero de 2019 a 7,776 en octubre de 2020.

Esto representa un incremento en el padrón de grandes contribuyentes 98%. En cambio, en el resto del país, el crecimiento en el mismo periodo fue de 34%.

Actualmente, estos estímulos están en vigor en municipios fronterizos de de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Cuando se anunció la medida por primera vez, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimó un boquete fiscal por cerca de 100 mil millones de pesos entre 2019 y 2020.

En 2019, se perderían 34 mil millones de pesos según el Presupuesto de Gastos Fiscales; en 2020, el monto sería de 74 mil millones de pesos.

Sin embargo, los resultados reales no corresponden con las estimaciones. En 2019, se dejaron de recaudar 59 mil millones de pesos en la zona norte. En los primeros nueve meses de 2020, se perdieron 54 mil millones de pesos. Hasta ahora, la pérdida ha superado por mucho lo que se tenía planeado.

Incentivos fiscales podrían traer consecuencias negativas

Diversos especialistas creen que estas prácticas solamente ayudan a los grandes contribuyentes. Como explica La Jornada, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe ha dicho que se deben eliminar las exenciones fiscales para combatir la recesión económica causada por la pandemia.

Recientemente, Viridiana Ríos, analista política y doctora en gobierno por la Universidad de Harvard, habló en entrevista con Expansión sobre los problemas de este tipo de medidas:

Primero, crean desigualdad. Los incentivos tienden a beneficiar más a las grandes empresas con mucha utilidad, pues son éstas las que, de por sí, pagan más impuestos. Esto significa que las medidas tienden a crear desigualdad pues le facilitan el camino a las empresas que ya tienen más utilidad y no a las pequeñas, que son quienes deberían ser incentivadas a entrar al mercado.
Segundo, apoyan a los de siempre a costa del resto. Los incentivos planeados para Chetumal crean un subsidio indirecto a la industria exportadora, pero no apoyan a otras industrias o a la industria doméstica. Otra vez, se apuesta a darle incentivos a los que siempre han sido prioridad (exportadores) y no a las empresas mexicanas pequeñas que son parte de la cadena de valor aún si ellas mismas no exportan.

Por eso, la especialista indicó que en lugar de los incentivos sería mejor que se cobren los impuestos y se invierta más en infraestructura y servicios de calidad. “Eso sí sería un avance”, expresó.

Con información de La Jornada

https://www.jornada.com.mx/2020/12/21/economia/018n1eco

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