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¿Cómo darte de baja ante el SAT y en qué casos debes hacerlo?

Quienes lo hagan, ya no están obligados a presentar declaraciones. 




Foto: Shutterstock
7 marzo, 2018

Cuando escuchas que debes “darte de baja”, la idea que tienes es que perdiste o que ya no puedes seguir haciendo algo porque tu cuerpo de anciano no lo aguanta. La verdad es que, por lo menos en términos fiscales, no significa eso. Darse de baja ante el SAT no es sinónimo de que tus sueños de emprendedor acabaron; hay varias razones por las que lo puedes (o debes) hacer.

¿Qué significa?

La idea es la misma, aunque la forma cambia entre persona física y moral. Para una persona moral, darse de baja significa que ya no está realizando su objeto social; es decir, para lo que se fundó la empresa. Esto puede ser por liquidación o porque, simplemente, decidió ir en otra dirección. Cuando una personal moral quiere darse de baja, debe tramitar un aviso de suspensión de actividades, que sólo se puede presentar una vez, dura dos años y puede extenderse otros 12 meses.

Para una persona física quiere decir que dejó de hacer alguna de las actividades por las que se le cobraban impuestos. Si rentaba o tenía un trabajo con sueldo  y ya no lo realiza o cambió de actividad, debe presentar el aviso de disminución de actividades. La diferencia principal es que una persona física no puede darse de baja definitivamente, a menos que se muera. Por si lo tenías contemplado.

¿Por qué se hace?

Cuando se presentan estos avisos, las personas físicas y morales ya no están obligadas a hacer declaraciones de las actividades que ya no realizan. No puedes dejar de declarar así como así porque al SAT no le gustan esas cosas, así que van a llegar a multarte. Presentar los avisos es la forma correcta para hacerlo.

¿Cómo se hace?

Es fácil y no tiene mayor problema. Sólo tienes que ir a la página del SAT y llenar el formato del aviso. Lo único que el contribuyente necesita en su firma electrónica. En el formato hay que definir a partir de qué fecha se deja de realizar la actividad, pero toma en cuenta que esto no te exentará de hacer las declaraciones que deben presentarse hasta el mes siguiente.

Aunque quieras, no te sirve para pasarte de listo con el SAT

En realidad, no puedes usar esto para encontrar alguna estrategia fiscal que te ayude demasiado. Los impuestos que debes de antes de darte de baja siguen vigentes, lo único que pasa que es que ya no tienes que declarar nuevos. De hecho, el SAT puede investigar tus operaciones hasta de cinco años atrás; entonces si crees que dándote de baja no vas a tener que pagar el del mes pasado, pues no funciona así.

Hay una forma, pero los que la usan le apuestan a que el SAT no revise su información fiscal. Algunas empresas pueden crear otros negocios en los que metan gastos de la empresa principal y luego dan de baja a la segunda. Así, puede ser que las autoridades fiscales lo pasen por alto y esos impuestos, que todavía deberían pagarse, se pierdan con la empresa que se dio de baja. Pero es de suerte.


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