El SAT de la India fiscalizará a través de lnstagram
Ni una selfie van a poder tomarse en paz.
En México, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) monitorea la actividad económica de los contribuyentes gracias a la información que recaba de instituciones financieras y el monitoreo de facturas. Así, si una empresa, digamos la pollería La Gallina Feliz, tiene ventas por 100 millones de pesos al año y cuentas bancarias por 20 millones (nada mal para una simple tienda de pollos), pero sólo paga unos cuantos miles de pesos en impuestos al año, hará que con justificada razón el SAT sospeche que hay algo raro y audite. Esto de por sí a muchos nos parece invasivo, pero no es nada en comparación con lo que se hace en otros países, como la India.
Este mes, el gobierno hindú va a lanzar el “Project Insight”, con el que piensa recabar información de sus ciudadanos no sólo de fuentes tradicionales, como las mencionadas arriba, sino además de sus redes sociales. Es decir, los pagadores de impuestos que suban una selfie con su nuevo coche a Instagram o presuman sus vacaciones en un lujoso hotel de cinco estrellas, podrían terminar auditados por la autoridad fiscal hindú.
El proyecto va a operar en tres etapas. En primer lugar, toda la información disponible de tarjetas de crédito, propiedades, inversiones y transacciones será depositada en una misma base de datos, donde será monitoreada. Los contribuyentes recibirán recordatorios vía correo electrónico para que hagan sus declaraciones. Posteriormente, usando analíticas de big data e información de redes sociales, crearán perfiles de gasto de cada contribuyente. Finalmente, a partir de mayo de 2018 incluso esperan poder identificar y etiquetar a futuros morosos.
En 2016 India tenía una población de 1,300 millones de habitantes y sólo 37 millones declararon impuestos. Los impuestos recolectados representan el 17% de su producto interno bruto, por debajo del 25% recolectado por la mayoría de los países de Asia. México, en comparación, recolecta 17.4% de su PIB, por debajo de la media latinoamericana, que es de 22.8%.
Con información de Bloomberg Quint.
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