El SAT tiene en la mira a 170 mil contribuyentes mexicanos con cuentas en Estados Unidos
El SAT cruza la información con sus bases de datos y en caso de hallar irregularidades, toma cartas en el asunto.
El Internal Revenue Service (IRS) es, para todos los propósitos, el SAT de Estados Unidos. Ambos organismos fiscales, con la finalidad de cobrar impuestos con mayor eficiencia, firmaron el acuerdo FATCA, con el que año con año comparten información de las cuentas bancarias que los residentes fiscales de la otra jurisdicción tiene en su país. Es decir, el IRS le envía al SAT información de las cuentas bancarias de los contribuyentes mexicanos en Estados Unidos y el SAT le manda al IRS la de los contribuyentes estadounidenses con cuentas bancarias en México.
El 5 de agosto es la fecha límite que las instituciones financieras mexicanas tienen para reportarle al SAT la información que éste, a su vez, intercambiará con el IRS a más tardar el 30 de septiembre. Producto de estas pesquisas, hechas por primera vez en septiembre de 2015, el SAT ha recibido la información financiera de 170 mil contribuyentes mexicanos con cuentas en Estados Unidos.
El FATCA no contempla el intercambio correspondiente a los saldos de las cuentas, por lo que no es posible determinar con precisión a cuánto ascienden los montos que los mexicanos tienen en Estados Unidos. El FATCA en cambio sí contempla que se reporte al SAT los montos brutos de intereses pagados a cuentas de depósitos, el monto bruto de dividendos y otros ingresos cuyo origen esté en Estados Unidos. Con base en la información anterior, compartida por última vez en 2016, el SAT estima que las cuentas mantenidas por contribuyentes mexicanos ascienden a 1,500 millones de dólares.
El IRS envía a México la información de las cuentas de depósito de personas físicas residentes en México que generen más de diez dólares en intereses en cualquier año calendario y de cuentas financieras distintas de las de depósito, incluyendo personas morales, respecto de los ingresos pagados o acreditados, cuya fuente de riqueza se encuentre en Estados Unidos, que estén sujetos a ser reportado en conformidad con el capítulo 3 del subtítulo A o capítulo 61 del subtítulo F del Código de Rentas de Estados Unidos.
Esta información es utilizada por el fisco para cruzarla con las bases de datos que ya tiene, como las declaraciones, y en caso de hallar irregularidades, tomar cartas en el asunto.
Con información de El Financiero.
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