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¿Qué es la inteligencia emocional y cómo se mejora?

Para ser un buen líder no bastan los doctorados ni la experiencia.




24 abril, 2017

La inteligencia emocional es un concepto que la revista Psychology Today define de esta manera: la habilidad de identificar y controlar tus propias emociones y las de los otros. Este quiere decir que, por ejemplo, ante el error de un empleado, un jefe emocionalmente inteligente no responderá con ira. O, por el contrario, si el trabajador lo agrede, no devolverá con el mismo trato.

Esto no quiere decir que se ofrece la otra mejilla, se trata más bien de templanza emocional y de saber que el diálogo inteligente es más constructivo. Un artículo publicado en el World Economic Forum, escrito por el director de TalentSmart, Travis Bradberry, ahonda en el tema de la inteligencia emocional.

Aunque el cociente intelectual (IQ) es importante para que una persona se desarrolle en un puesto directivo y en una empresa en general, se ha demostrado que gente con una inteligencia emocional sobresaliente y un IQ promedio, se desempeña mejor que aquella que “solo”’ tiene un IQ muy alto. Para saber si tienes una inteligencia emocional alta, Bradberry analizó los registros de su empresa y vislumbró estas cualidades. Haz tu check list y trabaja en consecuencia.

Vocabulario emocional robusto
Las emociones humanas no son tan simples como bien o mal, triste o contento. Según los datos de TalentSmart, sólo 36% de las personas pueden identificar exactamente lo que siente una persona. No es lo mismo estar triste que ansioso ni irritable que frustrado. 

Interesado por la gente
Independientemente de que los empleados tengan una personalidad extrovertida o sean tímidos, es importante hacerlos sentir como parte importante de la empresa. La empatía que sientes por las personas y la manera en que te acercas a ellos beneficia a ambas partes.

Conoces tus fortalezas y debilidades
Aun cuando tengas un IQ arriba del promedio y una inteligencia emocional alta, tienes defectos. Si identificas tus cualidades, podrás usarlas a tu favor, así como serás capaz de evitar aquello en lo que flaqueas  y quete afecte a ti y a tu equipo. Recuerda, templanza.

Sabes juzgar a las personas
Es decir, que tengas la capacidad emocional e intuitiva de observar e identificar la situación de una persona. Se trata de una cualidad que se afina con el tiempo y que te da la posibilidad de saber lo que preocupa, molesta o interesa a alguien de la empresa.

Es difícil ofenderte
Digamos que no eres un “jarrito de Tlaquepaque”. Te conoces bien, tienes una autoestima alta y confianza en ti mismo. Por ello, es difícil que alguien te saque de tus casillas fácilmente, incluso puedes hacer burla de ti mismo de vez en cuando. 

Dejas ir los errores
Ojo, esto no significa que no aprendes de ellos, pero sí que no eres aprehensivo ni permites que éstos revuelen en tu cabeza por mucho tiempo. Tomas conocimiento de la experiencia, mejoras y sabes en qué has fallado en el pasado.

Neutralizas a las personas tóxicas
Se trata de una misión difícil para cualquiera. Lidiar con este tipo de empleados requiere más que sólo ser el jefe. La inteligencia emocional te ayuda a ser racional, a negociar y buscar soluciones.

Te desconectas
En El Contribuyente publicamos la necesidad de que el CEO deje el celular en paz de vez en cuando. Hacerlo es un signo de inteligencia emocional, pues esto te ayuda a combatir el estrés. Date un “break” de vez en cuando.

Controlas tu consumo de cafeína
Ni la inteligencia emocional te hace inmune a los efectos del café. Las consecuencias de de su exceso incluyen respuestas inmediatas a estímulos como una afrenta o un cuestionamiento por parte de un empelado. Modera el consumo.

Duermes bien
Un buen sueño reparador cada noche te brinda la posibilidad de reducir tus niveles de estrés. Por consiguiente, permite que tu inteligencia emocional actúe cuando debe hacerlo. Duerme a tus horas.

Usa tu inteligencia como un todo
Esto significa que todo lo mencionado anteriormente se integra en tu toma de decisiones y actividades diarias. Conforme llevas a la práctica estas actividades y cualidades, haces que se vuelvan hábitos.

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