Así le cayó a Netflix el anuncio de que Disney tendrá servicio de streaming
En el nuevo mercado del entretenimiento, los consumidores tienen una relación cada vez más directa con los productores de contenido.
La competencia del mercado de servicios de streaming de video está en uno de sus puntos más álgidos. Netflix reportó tener 103.95 millones de suscriptores en todo el mundo, mientras que Amazon Prime, servicio que probablemente podríamos llamar el principal competidor de Netflix, sumó 80 millones de suscriptores sólo Estados Unidos en abril de 2017. En México, los servicios nacionales, como Blim y Claro Video están en una desventaja competitiva importante, por falta de medios para cobrar impuestos a los servicios extranjeros.
La estrategia de Netflix y Amazon consiste en crear cada vez más contenido propio, con lo que han dejado de ser una simple plataforma que ofrezca el contenido de otras productoras. De hecho, Netflix espera que eventualmente el 50% de todo su contenido (que actualmente es de 4,563 películas y 2,445 series en Estados Unidos) sea propio. De hecho han invertido tanto para crear contenido propio que actualmente tienen una deuda de más de 20,000 millones de dólares.
Considerado lo anterior, si la apuesta de valor de estas empresas consiste en ofrecer contenido exclusivo a sus audiencias, parecería natural que las productoras que llevan años en el negocio de crear contenido propio, vieran una oportunidad en esta tendencia. Dicho y hecho, Disney acaba de anunciar que espera lanzar su propio servicio de streaming, el cual estará disponible en 2019. Con esto, Disney dará por terminado su contrato de distribución con Netflix, lo que significará un duro golpe para su catálogo. El servicio será proveído por la empresa de tecnología BAMTech, que maneja el streaming de HBO.
En entrevista para CNBC, el CEO de Disney, Bob Iger, dijo que “vamos a hacer una inversión importante para crear películas y series originales con la marca de Disney exclusivas para esta plataforma”. Por lo que se ve, la tendencia va a ser la misma.
De momento, los mercados de acciones no parecen haber respondido bien al anuncio. Las acciones de Netflix cayeron 3.7% y las de Disney, 3.1%. Lo cierto es que, en este nuevo mercado del entretenimiento de la era digital, donde los consumidores tienen una relación cada vez más directa con los productores de contenido, no parece claro que Netflix vaya a poder mantener su corona tan fácilmente si consideramos que marcas como Marvel y Star Wars, que han producido algunas de las películas más taquilleras de los últimos años, son propiedad de Disney.
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