El “biohacker” que se hizo millonario vendiendo café con mantequilla
Un gurú de Silicon Valley que fusionó tradición y tecnología para crear a un “súper” café.
Un café que incluye mantequilla de animales que sólo comen hierba puede sonar a lo más hípster del mundo, pero para Bulletproof, compañía fundada en 2009, no lo es. Hoy, la compañía creada por Dave Asprey puede presumir de que tan sólo en 2016 vendió 48 millones de tazas de café. Pero ¿qué lo hace tan especial?
Asprey es considerado un “biohacker”, es decir, uno de aquellos que experimentan con tecnología y conceptos de biología para lograr una mejoría en el cuerpo y en su salud. En el caso de Asprey, él comenzó como un destacado graduado de la Universidad de California que trabajó para empresas como Blue Coat Systems. Actualmente es un miembro del Silicon Valley Institute que, a través de su empresa, busca mejorar el bienestar de las personas.
Su libro The Bulletproof Diet (2014) resume su experiencia para bajar de peso (llegó a estar cercano a los 150 kilos) y por entender la necesidad de las buenas grasas como parte de una dieta diaria. La búsqueda “diet books” arroja alrededor de 185 mil resultados en Amazon; no menos abundantes son las dietas para bajar de peso en una semana, las que requieren sólo ingesta de jugos… La suya, según su autor, es algo así como la panacea.
En su camino por bajar de peso, Asprey viajó a mediados de la década pasada al Tíbet, donde tuvo una experiencia de alto riesgo en la que las bajas temperaturas le provocaron una “niebla mental”. En el pueblo, una mujer le dio de beber un té mezclado con mantequilla de yak (especie de bóvido asiático) que, a los pocos minutos, le hizo sentir claridad mental de nueva cuenta.
Un año después de fundar Bulletproof, en 2010, Asprey decidió publicar en la red la receta detrás de su café. Ésta contenía, según publicó Business Insider, una versión propia de la mantequilla de leche de yak, aceite “Brain Octane” y, claro, café de especialidad.
El Brain Octane creado por Bulletproof es, supuestamente, una fuente rápida de energía hecha a partir de grasa (aceite puro de coco) y no de azúcar. Ayuda al cuerpo a quemar grasa y a mejor el rendimiento cognitivo. El café es cosechado a mano en Guatemala y la mantequilla es libre de sal, proveniente de ganado alimentado únicamente con hierba.
Algunos médicos han puesto en duda los beneficios de esta bebida que recuerda a una latte. En The New York Times publicaron lo que comentó una doctora de la Universidad de Boston: “Esto no es un desayuno de campeones”, en referencia al famoso café. Pero tal vez valga la pena probarlo si una bolsa de 340 gramos cuesta “sólo” 18.95 dólares.
Este CEO tiene 43 años, a veces come tuétanos (esta no es grasa buena) y ha invertido, según reporta Business Insider, alrededor de un millón de dólares durante la última década en un laboratorio personal. Aquí experimenta con suplementos alimenticios y una variedad de aparatos de neurología. Eso sí, es un foodie consumado según se aprecia en su cuenta de Instagram.
Acaba de publicar en abril su libro Head Strong, en el que presenta un plan para “destapar” el cerebro y pensar y trabajar de manera más rápida e inteligente… ¡en sólo dos semanas! Los escépticos podrán saltar esta novedad editorial, pero sus fans tal vez compartan la meta de Dave Asprey, vivir 180 años. Al final, con o sin libros o recetas mágicas, se trata de seguir pasos simples como hacer ejercicio, dormir bien y tener una alimentación balanceada. La receta es fácil, ser constante es lo difícil. La mantequilla en el café depende de ti.
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