¿Facebook es un monopolio?
Con una población más grande incluso que la de China, cabe hacernos la pregunta.
Facebook es la red social más utilizada. Al 1 de febrero de 2017, Facebook reportó tener 1.86 mil millones de usuarios activos mensualmente. Si Facebook fuera un país, tendría na población más grande incluso que China. Si bien Mark Zuckerberg, CEO de la compañía, afirma que Facebook es una empresa de tecnología y no de medios, lo cierto es que la red social está cumpliendo algunas de las funciones tradicionales de los medios de comunicación. En la actualidad, la página de Facebook de los medios de comunicación funge como la primera plana de los periódicos.
Según un estudio de Pew Research, 62% de los adultos estadounidenses usa las redes sociales para mantenerse informado. En México, podemos suponer, con más de 60 millones de usuarios, que la situación no debe ser muy distinta. Además, si tomamos en cuenta que según un sondeo del Instituto Federal de Telecomunicaciones, 88% de los jóvenes entre 18 y 24 años usa internet principalmente para revisar redes sociales, vemos que esta situación no tiene visos de cambiar en un futuro cercano. Las redes sociales llegaron para quedarse y los medios de comunicación tradicionales deberán adaptarse o desaparecer.
Para las publicaciones escritas, Facebook fue de gran ayuda en tanto les facilitó el acceso a una audiencia de una magnitud nunca antes vista: tener una página de Facebook te permite, por lo menos potencialmente, acceder a un mercado al que ni en sus más locas fantasías podrían llegar la mayoría de los medios de comunicación tradicionales. Los medios de comunicación producían contenido y Facebook proveía la plataforma que llevaba un flujo de tráfico constante a sus sitios. Todo marchó bien durante algún tiempo. Sin embargo, con el tiempo esto se fue volviendo de una manera cada vez más marcada en una dependencia.
En la actualidad, el algoritmo que Facebook usa para determinar qué noticias aparecen hasta arriba del feed, favorece al contenido nativo, lo que significa que los medios de comunicación que dependen de un flujo de tráfico en sus páginas fuera de Facebook, tienen dificultades para obtener los ingresos que necesitan para sobrevivir. El problema es que Facebook y los medios de comunicación compiten por el tiempo que los usuarios invierten en línea: el tiempo que estos están fuera de Facebook es tiempo durante el cual no se puede recabar datos sobre su comportamiento en línea ni se les puede mostrar un anuncio, lo que no conviene a Facebook. Esta competencia es necesariamente desigual, pues los medios dependen de Facebook como plataforma.
Otro problema grave es que, además de favorecer el contenido nativo, Facebook le da más visibilidad al contenido viral. Siendo francos, difícilmente una nota periodística seria va a ser más atractiva que el video de un gatito o una noticia escandalosa (aunque falsa). Esta característica del algoritmo de Facebook permitió que durante las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, el engagement de las noticias falsas superara significativamente a las de medios noticiosos legítimos. De acuerdo a Buzzfeed News, las 20 noticias falsas con mayor engagement sumaron 8 millones 711 mil interacciones, mientras las 20 noticias genuinas con mayor engagement sumaron 7 millones 367 mil interacciones.
Recientemente, Facebook anunció algunas medidas para intentar revertir esta situación, entre las que se incluyen nuevos modos en que los medios de comunicación pueden obtener ingresos y cambios a sus algoritmos para frenar la diseminación de las noticias falsas. Sólo el tiempo dirá si estas medidas son suficientes.
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