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Por qué los Juegos Olímpicos siempre terminan en un desastre financiero

Un estudio de la Universidad de Oxford revela que el sobrecosto promedio de estos eventos es de 156%.
 




10 agosto, 2016

Organizar unos Juegos Olímpicos se convierte en un desastre financiero para el país sede porque el presupuesto que se asigna para ello siempre se sale de control, revela un estudio realizado por la Universidad de Oxford. En el caso de Río de Janeiro 2016, Brasil, el sobrecosto ya es de 51% más.

El estudio, encabezado por el profesor Bent Flyvbjerg, señala que el caso de Río de Janeiro no es aislado y ni siquiera se debe a la incompetencia de un gobierno en particular, sino que es un problema inherente al tipo de juegos modernos.

De hecho, los Juegos Olímpicos de este año estuvieron por debajo del sobrecosto promedio de 156% que se ha registrado desde 1960 a la fecha. Esta situación se agudiza si sólo se consideran los Juegos Olímpicos de verano con sobrecostos promedio de 176% mayor a los de invierno de 142%.

Sin embargo, los Juegos Olímpicos más caros de la historia son los de invierno de Sochi 2014, Rusia, que tuvieron un costo de 22,000 millones de dólares, seguidos de los de Londres 2012, que costaron 15,000 millones de dólares, una cifra muy por arriba de los 4,600 millones de dólares que se estima costarán los de Río de Janeiro.

Este sobrecosto usual surge porque los países se comprometen a tener listos los proyectos de infraestructura necesarios para los juegos en un tiempo determinado, y si surgen problemas que los pueden retrasar, la única opción que tienen es invertir más y más para cumplir con lo pactado con el Comité Olímpico.

En el caso brasileño, el compromiso se tomó durante el gobierno del ex presidente Lula Da Silva, momentos en que Brasil era la estrella ascendente de América Latina y vivía una bonanza económica por los altos precios de los commodities, que eran su principal producto de exportación.

Sin embargo, esta situación se revirtió en los últimos años debido a la caída en los precios de los commodities, lo que provocó una desaceleración económica y un déficit fiscal creciente en el país sudamericano. 

“El momento no pudo haber sido peor para Brasil. Tienen su peor crisis económica en 100 años en estos momentos y lo último que necesitan es un sobrecosto de miles de millones de dólares por los Juegos Olímpicos. En Río, el dinero lo están tomando de los servicios de salud y la seguridad social, lo que provoca malestar social”, mencionó Bent Flyvbjerg.





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