El sistema impositivo desincentiva el ahorro en pensiones
Los trabajadores mexicanos no tienen incentivos realmente atractivos para ahorrar en sus cuentas de pensiones porque las deducciones fiscales son limitadas, concluye un estudio de la OCDE.
La complejidad del tratamiento fiscal que tienen las pensiones en México no incentiva el ahorro en las cuentas individuales (Afores), concluye un estudio elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
El documento Panorama de las pensiones 2015 explica que el diseño de la estructura del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de las personas físicas en México no crea los incentivos adecuados para hacer contribuciones voluntarias, a pesar de la reciente campaña en medios de la Comisión del Ahorro para el Retiro (Consar) para que la gente guarde su dinero en su Afore.
“El tratamiento fiscal de las contribuciones de pensiones, los ingresos por inversiones de los fondos de pensiones y los beneficios pensionarios varían según el tipo de contribuciones realizadas y la forma de retirar los montos. Esto crea un sistema complejo que muchos individuos no comprenden para sacar ventaja de las deducciones y exenciones fiscales”, menciona la OCDE.
Una de las trabas que menciona el informe es el hecho de que las contribuciones voluntarias de corto plazo, aquellas que se pueden retirar en cualquier momento después de un plazo de 2 a 6 meses, sí pagan impuestos.
Mientras que las de largo plazo, si bien son deducibles, la deducibilidad es tan baja que no incentiva a las personas para guardar para sus futuras pensiones.
La ley establece que las deducciones estarán limitadas al 10% de las aportaciones o a 4 salarios mínimos, lo que se alcance primero.
Al final de su vida laboral, los mexicanos recibirán la pensión ahorrada en un esquema de renta vitalicia o de retiros programados, los cuales están exentos de carga impositiva siempre y cuando no rebasen los 15 salarios mínimos.
Por lo que el sistema fiscal desincentiva un ahorro mayor, ya que juntar una pensión que supere ese monto genera el pago de impuestos, mientras que quienes no hayan ahorrado más de esa cantidad estarán exentos.
Otra de las críticas que realiza el organismo es el hecho de que los trabajadores afiliados al IMSS no gozan de los mismos incentivos para ahorrar de manera voluntaria que los trabajadores afiliados al ISSSTE.
El gobierno aporta 3.25 pesos por cada peso que ahorra un trabajador al servicio del Estado, lo que contrasta con los trabajadores de empresas privadas, que no reciben nada por su ahorro voluntario (con información de El Economista).
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