Informalidad y justicia, pendientes de la reforma laboral
El concepto de asimilados a salarios es una fórmula perversa para recaudar impuestos sin garantizar derechos sociales a los trabajadores como salud y vivienda, afirmó David Kaplan, del Banco Interamericano de Desarrollo.
A 3 años de la reforma laboral, los cambios que trajo no han detonado significativamente los empleos formales o la mayor productividad, ni han cumplido con las expectativas de justicia laboral de los trabajadores y de las empresas, afirman expertos.
Los empleadores y empleados, así como funcionarios, perciben la justicia laboral como complicada, poco confiable y propicia a la corrupción, dijo la maestra Verónica Baz, directora general del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC).
En este escenario todos perdemos, afirmó. Por un lado, las micro, pequeñas y medianas empresas (PYME) absorben costos demasiados onerosos, desincentivando el empleo formal y de calidad y, por otro, los trabajadores también pierden.
Existe evidencia que confirma que los trabajadores recuperan menos de 30% de su demanda, y además existe un gran nivel de renuncia, detalló durante el ciclo de conferencias “Mercados laborales: clave para la competitividad de México”, realizado hace unas semanas en la Ciudad de México.
El abogado litigante y académico Carlos de Buen dijo que los tribunales laborales de México son sistemas en los que existen claras tendencias ideológicas que afectan su autonomía y funcionamiento.
Al no ser parte del Poder Judicial, las Juntas de Conciliación y Arbitraje carecen de independencia del Ejecutivo y un rasgo característico de su parcialidad se puede observar en la forma en que sus presidentes llegan a ocupar sus cargos, no por méritos técnicos sino por los objetivos del gobierno en turno, señaló.
Según el especialista en temas laborales, las Juntas tienen un claro sentido de privilegiar más al mercado que a la justicia.
Afirmó que con el Tratado Transpacífico de Comercio (TPP), México tendrá que adecuar sus regulaciones en el sistema de justicia laboral, en cumplimiento del capítulo 19 que impone a sus miembros tener tribunales imparciales e independientes.
Sin embargo, “la gran pregunta es de qué calibre serán dichos cambios y si resolverán el atraso que se tiene en esta materia”, cuestionó.
Por eso es necesario descubrir las causas de tantos juicios laborales con diagnósticos que apunten las causas de los despidos y profundizar en lo que pasa en los mercados laborales.
De Buen y su padre diseñaron una propuesta para garantizar el pago al trabajador, independiente de la razón de su separación laboral.
Este mecanismo, que emula los seguros de desempleo, es una alternativa para flexibilizar los mercados facilitando el despido y la contratación de trabajadores.
El esquema tendría las características de las retenciones que se hacen a los trabajadores formales para sus cuotas del IMSS o Infonavit, mes con mes se le descontaría un porcentaje de su nómina, el cual se iría a un fondo de compensación por separación.
Con esto todas las compensaciones y las circunstancias bajo las que se deben pagar según la Ley Laboral actual desaparecerían, se facilitaría la forma en que los trabajadores se separan de sus trabajos, las demandas laborales disminuirían y, por consecuencia, se desahogaría el sistema de impartición de justicia laboral, que actualmente cuenta con el mayor rezago administrativo de Latinoamérica.
La doctora Joyce Sadka, del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), afirmó que la fuente más importante de las ineficiencias en la resolución de conflictos es la ley misma.
La ley y los procesos actuales distorsionan la forma en que los actores toman decisiones sobre contratación y despido; condiciones de trabajo; e inversión en capital humano, dijo.
Aseguró que es necesario producir diagnósticos e implementar soluciones procesales, en cuyos diseños ella ha estado directamente involucrada a través de sus investigaciones.
Entre las propuestas de Sadka para incrementar la eficiencia en los tribunales destacan: la implementación de sistemas de gestión, la estandarización de procesos y formatos, la notificación electrónica y la automatización de tareas susceptibles a rutina.
Informalidad afecta productividad
Para David Kaplan, especialista senior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la informalidad, en la que se encuentra casi 60% de la población económicamente activa, ha incidido negativamente en la calidad de los empleos y en la productividad.
Expuso que en México existe una tendencia creciente a la contratación de trabajadores permanentes bajo la figura de trabajadores eventuales, lo cual distorsiona el mercado laboral y simula trabajos de poco valor.
Señaló que el concepto de asimilados a salarios es una fórmula perversa para recaudar impuestos sobre la renta (ISR) e incluso de ingresos por impuesto al valor agregado (IVA) por parte de los empleadores y trabajadores, sin necesidad de registrarlos ante el IMSS y el Infonavit.
En este esquema, explicó, el trabajador cumple con sus contribuciones fiscales pero no goza de derechos sociales en salud y vivienda, ni acumula saldos de ahorro en sus cuentas de pensiones.
Si bien se mencionó que existe la posibilidad de que los trabajadores aporten voluntariamente a sus cuentas de derechos sociales y pensiones, las estadísticas demuestran que existen pocos incentivos para hacerlo.
De Buen afirmó que actualmente la ley no conviene ni al trabajador ni al empresario, ya que la probabilidad para ambos de quedarse sin pago alguno es altísima. Por eso es necesaria una reforma laboral que permita aumentar la eficiencia del sistema actual.
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