Elecciones postergan las políticas fiscales
Aunque los países se encuentren en una situación desesperada, si se avecinan elecciones no hay forma de aprobar incrementos en los impuestos, dice el BID; en especial los gobiernos de América Latina y Estados Unidos prefieren no cargar fiscalmente a los votantes durante el primer año del posible mandato.
Aun cuando la economía de un país esté en una situación desesperada, un proceso electoral puede posponer la posibilidad de un aumento en los impuestos, como está sucediendo en Estados Unidos, afirma un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La investigación sugiere que entre más próximas sean las elecciones, más lejana la posibilidad de que eso ocurra.
Esto es porque los candidatos no quieren cargar fiscalmente a los votantes durante el primer año de posible mandato, explica el informe Explaining Changes in Tax Burdens in Latin America: Does Politics Trump Economics?
Resalta que la ideología política muchas veces dificulta saber exactamente quién deberá llevar la nueva carga fiscal.
El estudio dice que en un momento de desaceleración económica y bajos precios de las materias primas, en especial del petróleo, la mayoría de los países de América Latina se enfrentan a procesos de ajuste fiscal y menor gasto público.
El BID advierte que incluso cuando se suben los impuestos, los gobiernos latinoamericanos son especialmente tímidos para ajustar el impuesto sobre la renta, a pesar de que los analistas justifican que los impuestos progresivos son de las herramientas más efectivas para disminuir la desigualdad en el ingreso.
Entre 1990 y 2004, Argentina, Brasil, Colombia, Guatemala, México, Perú y Venezuela aumentaron los impuestos sobre la renta más a menudo. De ese grupo, Argentina, Guatemala, México y Venezuela también pasaron algunos recortes de impuestos durante este periodo.
Chile, República Dominicana, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Uruguay no aumentaron el impuesto sobre la renta, pero lo bajaron varias veces entre 1990 y 2004.
El Salvador, Paraguay y Uruguay no cambiaron sus leyes de impuestos de ingresos.
Insuficiente lo que recauda América Latina
Estudios recientes del Banco Mundial afirman que en la desaceleración, muchos de los países que por un lado dependen de sus ingresos por materias primas pero que llevan un ajuste fiscal efectivo en tiempos de austeridad, tienen todavía un buen margen de maniobra antes de reducir su gasto público y ejecutar una nueva reforma tributaria.
El aumento al impuesto al valor agregado (IVA) sobre bienes y servicios, pagado en su mayoría por el consumidor, es mucho más popular entre los gobiernos de América Latina, ya que el IVA es más fácil de recoger y tiene un efecto más inmediato en la economía.
Como explica el economista jefe del Departamento de Investigación del BID, Carlos Scartascini “Sólo los ingresos del IVA de América Latina están en línea con los de los países desarrollados.”
En toda América Latina, la recaudación de impuestos como porcentaje del PIB son más de dos puntos porcentuales por debajo de lo que deberían ser de acuerdo a su nivel de desarrollo.
Brasil es una excepción, recaudando un porcentaje mucho mayor de su PIB que la mayoría, mientras que México, famoso por impuestos decrecientes, tiene una de las tarifas más bajas de impuestos de la región.
“Los patrones descubiertos en este estudio no sólo proporcionan lecciones para los políticos reformistas, sino también para las agencias donantes y las instituciones financieras internacionales” afirma Scartascini.
Las crisis bancarias por lo general conducen a las reformas fiscales, pero los años de elecciones no son un buen momento para invertir capital político y físico en el aumento de los impuestos, señala.
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