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Bob Dylan qué, ¡los Nobel de Economía!

Los economistas Oliver Hart y Bengt Holmström recibieron el Nobel “por sus aportaciones a la teoría de contratos”. ¿Qué significa esto?




17 noviembre, 2016

El mes pasado, el Banco de Suecia otorgó el Premio Nobel de Economía a los economistas Oliver Hart y Bengt Holmström “por sus aportaciones a la teoría de contratos”. Éstos nos ayudan a tener certeza y confiar mutuamente en situaciones que de otra manera serían riesgosas. Una de las razones por las que hacemos contratos es para regular acciones futuras; los contratos laborales, por ejemplo, pueden estipular condiciones que ameriten despido o aumentos salariales.

La teoría de los contratos nos da herramientas conceptuales para entender cómo diseñar contratos idóneos, según la situación que enfrentemos, lo que a su vez nos ayuda a mejorar las instituciones de nuestra sociedad, como lo son las empresas. Algunas de las aplicaciones del trabajo de estos economistas nos permite ensayar respuestas a preguntas como: ¿son más convenientes los sueldos fijos o por desempeño? ¿Es más conveniente que las instituciones que procuran servicios públicos sean públicas o privadas? A continuación aterrizamos una de estas aplicaciones.

En una publicación de 1979, Holmström concluyó que un contrato laboral óptimo debía contemplar el cálculo del pago según todos los resultados que pudieran dar información acerca de las acciones del empleado, siempre que se tomen en consideración los factores externos a las acciones del empleado que pudieran influir al resultado.

Pensemos en un obrero de la industria automotriz que solía ensamblar cinco mesas por semana, pero que de algún punto en adelante produce sólo tres. ¿Se le debería bajar el sueldo? Probablemente. Pero el cálculo debe cambiar si consideramos que quizás algunas de las máquinas se descompusieron y ahora el proceso es mucho más lento. Para evaluar el desempeño del trabajador sería mucho más justo compararlo con otro en condiciones semejantes.

En otro artículo, esta vez en 1991, Holmström hizo un análisis en un escenario mucho más realista, donde el trabajador es responsable de hacer varias tareas, algunas de las cuales no son monitoreables tan fácilmente por el empleador. Por ejemplo, si el obrero además tiene que usar la menor cantidad de insumos posible y lo único que se mide para determinar su desempeño es el número de coches que ensambla a la semana, se podrían pasar por alto indicadores igualmente importantes.

Como se puede ver, estas aportaciones tienen aplicaciones de gran importancia para tu empresa.





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