Un evasor fiscal aseguró ser amigo de Peña Nieto para no pagar impuestos
El empresario es uno de los evasores balconeados por los Panama Papers en 2016.
Cuando los Panama Papers salieron a la luz en abril del año pasado, se reveló cómo miles de empresas y personas físicas de todo el mundo evitaron pagar impuestos a sus respectivos países. Entre los documentos de Mossack Fonseca, la firma de abogados panameña que se encargaba de establecer las compañías offshore a través de las cuales transferían sus recursos a paraísos fiscales, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) encontró a 328 residentes fiscales mexicanos implicados.
Lo anterior por sí solo no es ilegal; no hay problema en transferir recursos a otro país siempre y cuando se le informe al fisco. Pero, como dice el dicho, si el río suena, es porque agua lleva. De los 328 contribuyentes mexicanos (65 personas morales y 263 físicas) que detectó el SAT, 83 intentaron ocultar del SAT ingresos generados en México. De estos, según fuentes cercanas al caso consultadas por Animal Político, uno tuvo la tremenda desfachatez de argumentarle al fisco que no iba a pagar nada porque era amigo del presidente. ¿Se imaginan?
El supuesto amigo del presidente, cuyo nombre no fue revelado por ser materia de secreto fiscal, empezó a pagar lo que debía luego de que el SAT lo auditó a él y a cuatro familiares suyos, incluida la suegra. Parece que al evasor no le sirvió de mucho ser entrañable del presi. El empresario aún no había terminado de pagar la totalidad del adeudo a principios de 2017.
Mediante cartas invitación (cartas en las que el fisco te invita amablemente a corregir tu situación fiscal, bajo la amenaza implícita de padecer toda su ira si no lo haces), el SAT logró recaudar 328.2 millones de pesos del dinero que no había sido declarado. El SAT recuperó otros 125 millones gracias a auditorías. Más de la mitad de lo recaudado corresponde a tres grandes contribuyentes, entre los que se encuentra el grandísimo cínico mencionado en el párrafo anterior.
Hasta el momento la autoridad fiscal no ha fincado ningún crédito fiscal ni ha presentado ninguna denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR), pues el artículo 92 del Código Fiscal de la Federación dice que si un contribuyente paga el monto eludido, no hay ningún delito qué perseguir, incluso si la autoridad presentó una querella, pues esta quedaría sin efecto en el momento. Sólo en caso de no haber pago, a pesar de las amables invitaciones del SAT, se amerita una denuncia. Pero eso no ha pasado hasta el momento.
Con información de Animal Político.
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