La deuda pública aumentó aunque no se dieron incentivos a las empresas: Carlos Urzúa
El ex secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, explica la reticencia a ayudar a la iniciativa privada por el fantasma del Fobaproa.
La jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, dijo hace unos días que debido a la política fiscal más agresiva que el gobierno federal ha tenido con los grandes contribuyentes, se le ahorró a los mexicanos otro Fobaproa.
Así, la jefa del SAT comparó un hipotético rescate ante la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19 (gracias a la cual la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima una caída del producto interno bruto (PIB) del orden del 9.2% durante 2020) con el rescate del sistema financiero de la década de los 90.
Según cifras compartidas por Buenrostro, gracias a los cobros hechos a 732 grandes contribuyentes se recaudaron 200 mil millones de pesos, con lo que hasta el mes de noviembre se lograron 470 mil millones de pesos adicionales en recaudación.
La decisión de no apoyar al sector empresarial durante la emergencia sanitaria, aunado al recrudecimiento de la fiscalización, ha sido duramente criticada por especialistas y miembros de la iniciativa privada por igual.
Adicionalmente, hay quienes señalan que la estrategia del gobierno federal de no adquirir deuda ante la coyuntura no sólo afectó negativamente a las empresas que, incapacitadas para laborar tuvieron muchas pérdidas, sino que además no sirvió para reducir el impacto de la deuda en las finanzas públicas.
Las críticas del ex secretario de Hacienda
Entre estos se encuentra el economista Carlos Urzúa Macías, quien fuera secretario de Hacienda de la administración actual, durante el primer año del sexenio.
“El Gobierno dice: “No, es que no quiero aumentar mi deuda”. La deuda la vas a tener que aumentar, para empezar, porque vas a tener que cubrir huecos, pero para terminar no es un asunto nada más del déficit, es un asunto de cuánto es tu deuda respecto a tu PIB y tu PIB va a caer de forma extraordinaria”, dijo el ex funcionario en entrevista para El País.
Urzúa Macías atribuye estas decisiones a la falta de interés del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por escuchar a los economistas.
“Creo que es un poco por ignorancia, con todo respeto para el presidente”, explicó.
Además, dijo, desde el tiempo de campañas presidenciales, AMLO enarboló como una de sus banderas la idea de que los déficits presupuestarios que ha habido históricamente en el Estado mexicano se deben a los lujos que se daba la clase política y a la corrupción endémica al gobierno.
El académico argumenta que hay cierta verdad histórica en la reticencia del presidente a apoyar a la iniciativa privada en el contexto de crisis que vivimos, aunque está extrapolando mal los datos.
Tanto el presidente como la jefa del SAT señalan al fantasma del Fobaproa para fundamentar su negativa a apoyar de forma más contundente al sector privado.
El Fobaproa, o fondo bancario de protección al ahorro, fue un fondo de contingencia creado en la década de los 90 por el gobierno de México para capitalizar a los bancos, cuando por una repentina elevación de las tasas de interés los cuentahabientes perdieron el acceso a nuevos créditos, y ya no podían pagar los que habían adquirido.
Así, la cartera vencida aumentó rápidamente, y se tenía el temor de que ante la desconfianza en el sistema los acreedores hicieras retiros masivos de capital. En consecuencia, en una decisión ampliamente controvertida hasta nuestros días, el gobierno federal intervino, absorbiendo la deuda, socializándola.
“Estaba la situación muy complicada, se tenía que rescatar la banca, pero se rescató de una manera muy poco transparente. López Obrador siempre ha puesto mucho énfasis en lo que pasó en ese momento; de hecho, escribe un libro sobre el Fobaproa con datos que no están tan mal. Yo no sé quién se los haya pasado, pero no estaban tan mal. Es un libro interesante”, relató.
Urzúa argumenta que es muy distinto que llegue el sector real o productivo a pedirle apoyo para no tener que despedir a tanta gente, a pedir apoyo con los costos de seguridad social o las obligaciones patronales. Sin embargo, el presidente no pudo ver la distinción en el contexto de la emergencia sanitaria por la pandemia.
“Dada la crítica tan feroz que siempre hizo al Fobaproa de alguna manera u otra dentro de su interior, pues pensó que él no quería hacer algo similar”.
En el mismo tenor, la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN) y presidenta de la comisión de hacienda y crédito público, Patricia Terrazas, dijo que es muy grave no apoyar al sector empresarial en una contingencia como la que atravesamos, pues es el motor del país.
“Hoy la deuda es incluso mucho mayor, y lo peor es que se enorgullecen de no haber apoyado al sector empresarial, que es el motor del país, eso es gravísimo, es grave porque se desalienta la inversión”, dijo la legisladora, en entrevista con el diario La Razón.
En su columna del 7 de diciembre, publicada en El Universal, el ex secretario, respecto al segundo informe de gobierno del presidente, dice que es falso que se haya cumplido el compromiso de no endeudar al país, pues este año el saldo de la deuda bruta del sector público se incrementará en alrededor de 1.5 billones (o millones de millones) de pesos. Como proporción del producto interno bruto (PIB), la deuda era de poco menos del 47% a finales de 2018 y estima que a finales de este año sea de más del 57%.
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