Así cambiarán los precios del gas y del petróleo tras el huracán Harvey
Estos cambios podrían afectar el abasto de combustible en México.
Muchos ‘traders’ pensaron que pasaría lo mismo este día (28 de agosto), creyeron que el petróleo abriría altísimo por el huracán Harvey, como cuando ocurrió el desastre de Nuevo Orleans con el huracán Katrina en 2005. En su lugar están viendo una perdida de 1.44%; de igual modo el gas también abrió bajísimo, con un -1.3% desde muy temprano.
Sin embargo, las cosas cambiaron y el gas dio un salto de hasta 2%, mientras que el petróleo seguirá bajando. ¿Cómo se entiende este fenómeno y por qué la gasolina también está subiendo?
Texas, como todos sabemos, es el corazón de la energía de Estados Unidos, la T en WTI (West Texas Intermediate). En ese estado se encuentran ubicadas tanto refinerías como pozos petroleros y yacimientos de gas natural.
Un pequeño desbalance puede mandar el precio del gas hasta el área de los 3-4 dólares.
¿Por qué sube el gas? Sube y lo seguirá haciendo hasta más de 3 dólares, fundamentalmente porque la oferta y la demanda están muy pegadas a su promedio de cinco años. Un pequeño desbalance puede mandarlo hasta el área de los 3-4 dólares y ahora tenemos el plus de que hay un recorte involuntario en su producción de billones de pies cúbicos.
En el caso de la gasolina ocurre algo similar, no hay producción o está limitada, así que se usarán los inventarios y –en algunos casos– tal vez se importe de China.
Considero que el petróleo subirá después del miércoles 30 de agosto, cuando se dé el reporte semanal del API (American Petroleum Institute) y se entienda muy bien la afectación. Pero por el momento lo que se lee en los mercados es que, sin refinerías funcionando, los inventarios existentes no podrán procesarse. Lo cual suena lógico pero es totalmente ridículo en el corto plazo, debido a los buenos fundamentales del petróleo y este terrible evento natural.
Lo más probable es que se acelere el camino del petróleo a los 50 dólares por barril. En el caso de México, como nuestra capacidad de almacenamiento es muy pequeña, si las refinerías en Estados Unidos no se ponen en línea para las próximas dos semanas, posiblemente sufriremos de falta de combustible o tendremos que importarla de China. Esto es un tema controversial por los altos índices de contaminantes que se manejaron a lo largo de este año.
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