Para 2020, el total de los estímulos fiscales a la frontera norte será de 75 mil millones de pesos.
En condiciones normales, los estímulos fiscales ayudan a hacer a los estados del norte del país más competitivos contra los estados del sur de Estados Unidos. Así, nuevas empresas llegarían a la zona y generarían más empleos. Pero como explica Mario Barrera Vázquez, fiscalista en Thompson & Knight, en entrevista con Reforma, el problema es que, actualmente, la pérdida de ingresos fiscales se acentúa con la pandemia y la crisis económica.
Para 2020, se espera que el total de los estímulos fiscales a la frontera norte alcance los 75 mil millones de pesos. Esto representa una estimación 110% mayor a la de 2019. Para colmo, de acuerdo al Presupuesto de Gastos Fiscales de 2020, el presupuesto original era de sólo 71 mil millones de pesos.
El año pasado, se estimaba un total de 34 mil millones de pesos en estímulos. Al final de 2019, el total fue de 59 mil millones de pesos; es decir, un 75% más de lo planeado.
El estímulo consiste en una reducción a la mitad de la tasa del impuesto de valor agregado (IVA) (del 8% en lugar del 16%), y una reducción de un tercio del impuesto sobre la renta (ISR) a personas morales y personas físicas con actividad empresarial, con la que se cobra 20% en lugar de 30%.
Con todo esto, la pérdida real de los estímulos será mucho más alta de lo que se esperaba en un principio. Algo que ya sucedió en 2019, cuando el costo total de los estímulos fue más alto. En ese caso, de acuerdo con el Barrera Vázquez, se debió a la desaceleración económica. Por esto, puede que las pérdidas reales en 2020 sean todavía más grandes de lo que estiman.
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