el Contribuyente

Empresarios celebran prórroga hasta 2023 a la factura 4.0

La cancelación de los CFDI en 2022 podría generar problemas 

(Imagen: El Contribuyente)

Organizaciones empresariales celebraron esta medida que facilita el cumplimiento de los contribuyentes y coadyuva a que exista una adaptación gradual a este cambio

El 8 de junio, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó que ampliará el plazo para que el Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) 4.0 sea obligatorio. Con la prórroga otorgada, el periodo de convivencia de las versiones 3.3 y 4.0 continuará hasta el 31 de diciembre de 2022.

En este contexto, las organizaciones empresariales más importantes de México consideraron que el SAT tomo una buena decisión, que facilita el cumplimiento de los contribuyentes y coadyuva a que exista una adaptación gradual a la medida.

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) agradeció a la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, la prórroga para que el CFDI 4.0 sea obligatorio hasta enero del 2023, y consideró que con esto se fortalece el cumplimiento de las obligaciones fiscales.

Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) aplaudió la extensión concedida por el SAT, para que el CFDI 4.0 sea obligatorio hasta el 2023, y consideró que esto genera certeza entre las empresas para sus obligaciones fiscales y evita la aparición de “coyotes”.

De acuerdo con El Economista, el sector privado reconoció la labor desempeñada por el SAT y las consideraciones que tuvo para implementar esta disposición y facilitar el cumplimiento.

Sin embargo, la Coparmex sostuvo que era necesario una prórroga para dar cumplimiento al CFDI 4.0, para que los contribuyentes pudieran emitir su Constancia de Situación Fiscal (CSF) en tiempo y forma, porque el procedimiento para tramitarla se saturó en el último mes.

El sector patronal del país explicó que pese a las facilidades otorgadas a los contribuyentes para la obtención de la CSF a través de la app “SAT ID” o de la solicitud del envío por mail de las “constancias masivas” para aquellos empleadores con más de 400 colaboradores, no eran suficientes para dar cumplimiento cabal.

Además, el organismo privado alertó que la necesidad de las constancias ponía en riesgo el cumplimiento de las obligaciones fiscales de las unidades económicas, y estimulaba la aparición de focos de riesgo, como:

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