el Contribuyente

¿Qué son las NOM y por qué deben importarte?

Así como La Fuerza, están en todo lo que nos rodea.


Aunque no las hayas notado, están presentes en casi todo lo que has comprado. Tampoco es que sean imperceptibles porque por ley deben ser claras, visibles, legibles y deben estar en las etiquetas o empaques. Quizá alguna vez les dedicaste unos cuantos segundos cuando le preguntaste a tu papá que eran esas letras negras en la caja de cereal y te dijo algo que hizo parecer que sabía la respuesta: te mintió. Si no quieres repetir esa historia de decepción familiar con tus hijos, sigue leyendo. Esto es lo que debes saber de las NOM.

Radiografía de las normas

Las Normas Oficiales Mexicanas son resoluciones técnicas que emiten las dependencias estatales para todo tipo de productos, servicios o procesos. La idea es que, al verlas, sepas que lo que estás comprando cumple con la calidad necesaria y que no te va a dar sorpresas; te dan un poco de seguridad en lo que estás pagando. Las NOM también tienen a su hermano pequeño: las NMX (Normas Mexicanas), una recomendación de parámetros que no son obligatorios, pero sí son promovidos por el sector privado.

Los que elaboran las normas son el Comité Consultivo Nacional de Comercialización, compuesto por empresarios, académicos, comercializadores, productores y las dependencias del gobierno. Esto es para darles un carácter más universal y que, de alguna manera, sean lo más adecuadas posible.

Los documentos oficiales de las NOM son unos legajos con términos técnicos y científicos, definiciones y métodos de prueba, bibliografías y todas esas cosas no tan fáciles de entender. La información que tú ves en el producto es algo así como la versión abreviada, donde están los datos básicos de la norma. Aquí hay una pequeña guía de lectura de éstos:

La vigencia normal de estas normas es de cinco años y lo que suele hacerse es avisar un año antes de que expiren en el Diario Oficial de la Federación si será renovada, sustituida o cancelada.

Lo que sea que vendas en tu empresa debe estar regulado por las NOM y, para lograr esto, debes buscar una Unidad de Verificación. Son personas o empresas avaladas por los comités técnicos que emiten las normas, y ellos son los que van a asegurarse de que los dulces que estás vendiendo no estén bañados en plomo. Los costos de verificación y los del uso de laboratorios para verificar están controlados por diferentes secretarías de Estado.

Tu trabajo en todo esto debería consistir en conocer todas las normas que podrían aplicarse a tus productos o servicios, ir con las dependencias del Estado para que te informen y buscar en el catálogo de las NOM la que se relacione con lo que tú haces. Si te quieres pasar de listo y “ se te olvida” cumplir con estas normas, te pueden caer multas de la Secretaría encargada de supervisar ese producto (por eso debes aprender a leerlas).

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