¿Qué tan difícil es para una empresa cumplir ante el fisco?
Las medidas adoptadas sí facilitarán las cosas, pero de momento, no es tan sencillo.
Es difícil. No te vamos engañar, sí es difícil.
¿Qué tanto?
Depende del giro específico de tu empresa. No hay un parámetro universal, pero las constantes que sí se repiten de área en área son suficientes para que estés rascándote la cabeza un rato.
Los sectores no tienen el mismo tipo de obligaciones con el SAT; ni en cuanto a precios ni declaraciones. Y mientras más vayas creciendo, más probabilidad de que tengas que pagar impuestos en otros países y cosas de ese estilo.
Además, las empresas están obligadas a checar periódicamente la página oficial del SAT, así como el Diario Oficial de la Federación para buscar pequeños cambios que podrían facilitar u obstaculizar todo el proceso. Y no siempre es tan fácil; algunas veces los cambios en las leyes se quedan solamente como anteproyectos de la Resolución Miscelánea Fiscal y no son anunciados. Eso implica encontrarlos, entenderlos y aplicarlos.
La tecnología es tu aliada
En los últimos años, el SAT le ha apostado pesado a esta opción. Desde poder llevar la contabilidad electrónica (tener que llevar) hasta hacer declaraciones, facturas y todo tipo de información de la empresa a través de medios electrónicos. Ya no tienes que ver la cara del burócrata mientras haces tus trámites y, según el SAT, facilita el cumplimiento para el contribuyente (aunque muchos no están de acuerdo con ello).
Aunque, bueno, ese es el ideal. Tal vez en unos años, cuando nadie recuerde el mundo sin computadoras, estos procesos sean increíblemente rápidos y eficientes. La realidad actual es que muchas, miles de pequeñas y medianas empresas tienen problemas al pasar a este nuevo esquema de declaraciones electrónicas. A muchas de estas empresas, que ya tienen la obligación de cambiar, les está costando mucho trabajo, tiempo y dinero hacerlo. Porque es hacer el cambio ellos mismos, por un lado, o contratar a un tercero, por el otro.
Estas son las faltas más comunes
Para las pymes, el problema más frecuente con el SAT es el cumplimiento oportuno de las declaraciones. A tiempo y en forma. Esto es un tema de dejar pasar los plazos y de accesibilidad, no tanto de querer engañar al SAT deliberadamente.
Otro problema es cómo llenar la factura 3.3 porque los contribuyentes no saben qué información poner en cada campo y errores de ese estilo. No estás solo en esto, aguanta. Pero ten cuidado, si no entregas bien tu factura no podrás deducir ese monto en términos del ISR.
*Con información de Lic. Adrián Bueno Osorno, Integrante de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México
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