Palestina: el recuerdo y el olvido
Nuestro columnista recorre siete décadas del conflicto árabe-israelí, uno que ya no es tan ‘importante’.
¿Se acuerdan de todas las guerras árabe-israelíes? La partición de Palestina en 1947 y la subsecuente guerra de “catástrofe” (para los palestinos) o de independencia (para los israelíes). La intervención de Israel, Gran Bretaña y Francia en Suez en 1956 (cuando por cierto, Francia acordó entregar a Israel un reactor que luego sirvió para construir bombas atómicas). La Guerra de los Seis Días en 1967, mal calculada por Egipto, que resultó en la ocupación de Jerusalén, la Ribera Occidental, el Golán Sirio, el Sinaí egipcio. Cuando los países árabes acordaron no a la paz, no al reconocimiento y no a la negociación con Israel. La Guerra del Yom Kippur, cuando Egipto recuperó el Sinaí y firmó la paz con Israel. El largo y sangriento conflicto proxy en Líbano, apodado “guerra civil libanesa”, de donde salió la OLP masacrada y habiendo masacrado, y que terminó en una endeble paz sectaria en 1990.
¿Recuerdan cuando Palestina era un tema importante en las agendas de política exterior? Cuando la televisión transmitía imágenes de palestinos arrojando piedras en la primera Intifada en 1987, la lucha interna entre la OLP (Fatah) y Hamás que siguió, que sigue. La Guerra del Golfo, cuando Saddam Hussein dijo que saldría de Kuwait cuando Israel saliera de Palestina (Arafat lo apoyó). Cuando finalmente la OLP aceptó la solución de dos Estados, el derecho de Israel a existir y el rechazo al terrorismo. El largo proceso de paz inacabado desde la Conferencia de Madrid en 1991 y su sesión inaugural llena de reclamos. El canal secreto en Oslo y el esperanzador plan de paz, incumplido al día de hoy. El asesinato de Yitzhak Rabin porque quería la paz. Los intentos de Bill Clinton de reanimar un proceso muerto (por favor vean el video de abajo), el fracaso de la Hoja de Ruta de Bush y la animadversión de Obama y Netanyahu.
Palestina ya no está en la agenda internacional aunque la situación humanitaria en el terreno siga siendo grave, tampoco lo está a pesar de que no se cumplan las resoluciones del Consejo de Seguridad que llaman a la solución de dos Estados. No ayuda que la OLP y Hamás estén divididos a muerte ni el gobierno de derecha de Israel.
En mi lado del mundo, si se quiere occidental, a la gente le interesan conflictos nuevos. La primavera árabe sustituyó las intifadas, los refugiados sirios ganaron la atención muy por encima de los palestinos y el Estado Islámico acaparó el foco a Hamás (y en buena medida a Al Qaeda).
En el lado árabe las preocupaciones también cambiaron, lejos están los tiempos en que Arabia Saudita lideraba un embargo petrolero en contra de Israel, hoy en cambio se reúne con sus colegas de Tel Aviv para tratar de contener a Irán, el acuerdo nuclear les preocupó mucho.
Hoy en el Golfo interesa más la cobertura de la qatarí Al Jazeera, a cuáles terroristas apoya Qatar y si va a cooperar económicamente con Irán explotando gas natural, en tiempos de precios bajos del petróleo. Hoy, las preocupaciones son otras.
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