Gasolinas dejan 625% más recaudación de la esperada
La autoridad tributaria recaudó durante el año pasado 27% más que en 2014 y 20% más de lo programado. El impuesto que más aumentó su recaudación fue el IEPS, que gracias a las gasolinas creció 208%.

Debido al desplome de los precios internacionales del crudo, que permitieron al gobierno comprar gasolina más barata, la recaudación de impuestos a gasolinas creció en 625%.
El SAT tenía previsto recaudar 30,321 millones de pesos en este rubro y terminó cobrando 220,090 mdp, es decir más de seis veces más de lo esperado.
De hecho, lo recaudado por los combustibles pasó de una recaudación negativa (subsidio) de -12,846 mdp a recaudar el monto mencionado.
Durante 2015, la recaudación fiscal alcanzó 2 billones 361,193 millones de pesos (mdp), de acuerdo con cifras dadas a conocer por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Esta cifra es superior en 393,292 mdp lo que representa 20% más a lo previsto en el presupuesto para el año pasado.
Con respecto a 2014, el incremento fue de 27.2% en términos reales (descontando la inflación), lo que representa el mayor aumento recaudatorio de los últimos 25 años.
La mayor recaudación, se debió principalmente al Impuesto Sobre la Renta (ISR) y al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) que se empezó a cobrar a las gasolinas (antes los ingresos por este impuesto eran negativos).
El salto más significativo fue por el IEPS, el cual pasó de cobrar 111,646 mdp en 2014 a 354,292 mdp a lo largo de 2015, un incremento de 208% que se explica por el cobro en gasolinas.
El ISR recaudó un 21.6% más en términos reales con respecto a un año antes, lo que significó una recaudación de 1 billón 231,701 mdp, es decir 17% más de lo programado a principios del año.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) también tuvo un incremento anual en la recaudación de 3.2% real, para alcanzar 707,213 mdp, superando en 0.5% a lo programado.
Es el segundo año consecutivo que el órgano fiscalizador supera la recaudación presupuestada, lo que rompe la tendencia que se siguió de 2007 a 2013 cuando año con año ingresaba por impuestos menos de lo que tenía previsto.
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