Hacienda se “clava” los recursos de los impuestos destinados a la salud
Los recursos obtenidos a través del cobro del IEPS a tabaco, comida chatarra y refrescos, considerados una medida de salud pública más que recaudatoria, no se están invirtiendo en salud, dio a conocer el INSP.
Los impuestos aplicados a los refrescos, comida chatarra y tabaco no regresaron al sector salud para combatir la obesidad, diabetes, tabaquismo o cáncer de pulmón, como se anunció: se quedaron en la Secretaría de Hacienda, aseguró Mauricio Hernández Ávila, director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Al participar en una conferencia sobre recaudación y financiamiento para el Sector Salud, el funcionario indicó que entre los impuestos que podrían regresar recursos a la Secretaría de Salud están los impuestos especiales.
“Hay impuestos que pagan diferencialmente ciertos ciudadanos. El más claro de ellos es el del tabaco: asciende a 17,000 millones de pesos y lo pagan los fumadores”, expuso.
Dicho gravamen, agregó, de acuerdo con información del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), fue establecido desde 2002 como “una medida de salud pública y no recaudatoria como habitualmente ocurre”, por eso aseguran que se trata de una “política fiscal saludable”.
Sin embargo, “¿Cuánto de eso regresó a los fumadores que lo pagaron?: Nada, nada”, cuestionó Hernández Ávila.
El director señaló que eso sucede a pesar de que existe una manera de regresar lo recaudado a los ciudadanos a través de campañas de salud.
Por lo menos, deberían de pagarles el cáncer de pulmón a los que no tienen seguro social, deberían hacer campañas para prevenir o inundar nuestras clínicas de tratamientos para dejar de fumar.
“Lo mismo está sucediendo con el impuesto sobre refrescos y comida chatarra, pues “27,000 millones de pesos al año no regresaron a salud: se quedaron en la SHCP”, declaró.
En 2014, como parte de la reforma fiscal, el gobierno federal gravó las bebidas azucaradas y los productos con alto contenido calórico con el IEPS, para desincentivar su consumo, principalmente entre la población infantil, por lo que desde enero de este año aumentaron su precios entre 10.3 y 12%.
Con anterioridad, organizaciones civiles que integran la Alianza por la Salud Alimentaria, habían advertido que apenas el 10% del total de impuestos recaudados a bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico fue destinado a programas de prevención contra la diabetes y el sobrepeso.
A principios de este mes, las agrupaciones denunciaron en conferencia de prensa que no obstante el monto recaudado por el impuesto, que asciende a 33,619 millones de pesos, según cifras de la SHCP, lo que se utiliza para prevenir estos dos padecimientos es insuficiente, porque la obesidad y diabetes aquejan a siete de cada 10 adultos en el país.
Luis Manuel Encarnación, director de Fundación Mídete, declaró en aquella ocasión que “la idea es que la recaudación de este impuesto se vaya a atender estas enfermedades que cada año le cuestan al Estado 80 millones de pesos”.
Pero, dijo que el gobierno sólo le está invirtiendo como 1,300 millones de pesos de lo recaudado “¿Adónde se está yendo el 90%? Es insostenible lo que se está invirtiendo versus lo que se está gastando”, advirtió (con información de Sinembargo.mx).
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